lunes, 2 de marzo de 2020

Necesidad de quemar el dolor

Me sorprendió escucharte hablar de mi, me sorprendió mi propio análisis de lo que en algún momento pudimos ser, pero se desbordó todo, hablaste de mi y referenciaste a mi familia como si tuvieses un mínimo de idea de lo que atravesamos, como yuta del privilegio cuando en realidad tengo todo arrebatado y auto arrebatado porque elegí el destierro para piquerear a una vida nomada, quise ser tu amigo tu compañero, mejillas pegadas al dormir y caminatas que no cansan pero que dañan los pies, no importa porque los curamos y vendamos y nos transformamos para dejar atrás los dolores tramposos de la existencia, pero me bajaste en la escala de prioridades como si por compartir gemidos no pudiese ser más que alguien a quien retener para que no vuele demasiado alto y pueda caer en picada, contraproducente porque esa actitud me empujaba al abismo donde mi cuerpo era importante para ti pero no demasiado como para cuidarme a la distancia, quisiste sostener mis cimientos cuando yo solo necesitaba que regases la huerta, me sentí poco ya que todo lo que hice parecía agredir tus convicciones, nos matamos mutuamente por querer preservar esa mezcla bicolor que quería ser manchón. A mi no me cambia la distancia y puedo amar sin tocar, quizás esto para ti no es tan fácil de digerir y la única manera de aceptarlo es intentar borrarlo todo como cuando la inexistencia superficial significa calma de ese supuesto vacío que no es más que desapego físico y cientos de kilómetros de distancia.
Ahora con escritos te desecho de mi dolor aunque preservas la incertidumbre sobre si alguna vez entendamos el sopor que simbolizamos.

viernes, 3 de mayo de 2019

-Una bitácora esencial de viajes transversales-

Voy cruzando fronteras, me mueve la curiosidad, mi propia ignorancia que es cada vez más auto suficiente en su evolución, pretendo sea certera, dinámica, segura. Lo ilegal marca mis pasos, la invisibilidad es parte de mi suerte y mis herramientas son más mentales que materiales. La galleta de la fortuna dijo: "A great teacher never strives to explain his vision. He simply invites you to stand beside him and see for yourself". Estar fuera del sistema te condiciona, querer ser parte de él sin querer causar impacto es imposble. El sistema es sucio desde donde lo mires pero la gente vive en él, las ciudades, el cáncer de la tierra, es donde podemos aprender la estructura de lo que queremos destruir. Veganx, antimucho. Profundx, densx, bellx.
Tijuana, México, diciembre de 2018.


Coleccionando fronteras,
huyendo del aburrimiento y de lo plano,
cultivando deseos,
sonriéndole al mundo y a mi misme,
desapegándome de los deseos.
Pensando.
Derribando al "no" y al imposible,
amando la palabra y la mirada,
aprendiendo a hablar y mirar.
Liberando mi sexualidad,
multiplicando el binarismo,
desestructurando la igualdad,
comprendiendo la diferencia.
El camino es infinito y el proceso es hermoso.
Algún aeropuerto de México, diciembre de 2018.


Queriendo volver al sur, ahora veo como brilla mi color de piel, cómo goza el espíritu al estimular la cuerpa con el clima, de sentir la esencia del pacífico capricorniano, sintiendo la cordillera de los Andes, reconociendo puntas más duras en las plantas, aquí donde se sobrevive entre verdes y marrones desérticos, morfología suspicaz, adorada con sentimiento de inmensidad. Siento, estimulo, comparto gratitud. Volviendo al sur.
Lima, enero de 2019.


...Perdón peces, gracias por el yodo y los nutrientes, un día un pez más grande, inmenso, se nutrirá de mi cuerpo y del tuyo por consecuencia, goza mi transformación, te invito amigue pez, a ser parte de este proceso y a ayudarme a crecer. Vegetales, flores, colores dentro mío, chiles de todo tipo, fibras y grasitas, medicinas, setas, marihuana, agua, vida. Estar solx me estimula el escribir.
(Casualmente, varios meses después, llegó a mi vida un pez más grande que se alimentó de mi, pagué el karma de comer ceviche en un restaurant peruano).
Aún en Lima.


Recuerdo de cuando lloré a ríos, consolade y despojade de mi y una luciérnaga vino a saludar, se posó en mis zapatillas, jugueteó y conversó conmigo a través de su luz, le invité a subir a mis manos y nos cobijamos un rato, me sentí acompañade, comprendide, abrazade entre la cordillera de los Andes, inmensa y superficialmente solitaria. Una noche de estrellas ambientada al ritmo de las cigarras, con la puna en la cabeza y las ganas de meditar hacia mis más profundos pensamientos, lloré pero no sentía tristeza, estaba solx y me sentía en paz. Tierra. Aire, cielo. Agua, río. Nubes, lágrimas. Fuego, madera. Luz, luciérnaga y relámpagos.
Cañón del Colca, Arequipa, Perú, enero de 2019.


Tengo una nostalgia sutil, suavizada por las muchas veces que regreso a Chile después de varios meses. Esta vez sentí más un orgullo, sentí afecto y calidez en esas áridas calles del norte. Reconocí rápidamente, en la avenida principal, las siguientes cotidianidades idiosincrásicas chilenas: una botillería (obviamente abierta), un parque de diversiones con juegos de luces estrafalarias, de esos que por lo general funcionan en verano (aunque en el norte siempre es verano, así que puede que sea una feria permanente), un malabarista jugando clavas en un semáforo, murales, muchos murales. Escuché el acento y la dulzura de las voces que me recuerdan a mi misme, a la familia, voces que me provocan una inquietante tranquilidad. Hay veces que da alegría sentirse en casa.
Estaba en el bus, antes de cruzar la frontera y una señora me pide si podía pasar un carton de cigarrilos PINE por la aduana chilena, un contrabando común de las fronteras del norte, y yo por mi parte pasé varios gramos de marihuana californiana, marihuana que, gracias a un poco de ingenio y carerajéz, burló 4 pasos fronterizos: USA, México, Perú y Chile. Definitivamente tendrá sabor más rico, no solo por lo peligroso del asunto, también porque con el tiempo de viaje y los cambios de clima y altura, fueron añejando la mota, así que, sazonada con un poco de peligro, degustaremos esas poderosas flores que fueron escogidas por mis manos al momento de intervenir la planta y guardada cautelosamente, pasadas por mil y un envoltorios, lograrán llegar a casa de mi mamá en forma de regalo, conmigo como nunca antes fui y como siempre quise estar, libre, estable, fuerte, clara, decidida, flexible, amable, sincera, cálida, un poco cautelosa, generosa y feliz. Marihuana y viajes toda la vida.[y el poto cuadrao].
En la espera de un bus a Iquique, Arica, Chile, 16 de enero de 2019.


Prefiero criticar la crítica, a veces prefiero sentirme en calma con mi entorno, retorno para analizar y lo que veo siempre sabe a oscuridad, nuestra mente limpia, oxigena el cebo de la ciudad, me tranquiliza tu mente amiga, yo también necesito de este nuevo aire que me das. Ya no me siento a pensar, me regalo más bien el sentir. Tu música apaga el ruido, embellece el microclima que hemos generado.
Santiago de Chile, 16 de febrero de 2019.


Han plantado un baobab que nació del dolor y trae capullo de flores que comienzan a respirar. Para describir este mundo puede la poesía ser mi herramienta? Se me escapa de los poros mi esencia más terrenal y poco abstracta. Mi mayor metáfora es la contradicción de las palabras que emito. Pretendo realmente disfrazar los pensamientos acerca del sistema y embellecerlos con esa gran gama de colores que entrega la abstracción?
Quiero luchar a través de mi realidad y embellecer el miedo, lo absurdo, lo injusto de ser femineidad en un mundo patriarcal.
Santiago?, Febrero?, Chile, 2019.


Décima incompleta.

Acompáñame amigx,
tenemos mucho por hacer.
Vamos, ayúdame a ver
qué inventarán conmigo.
Invádeme ser tranquilx,
escudo de malegrías,
comparte de tu sangría
y apaga este dolor,
en cuanto arda el fulgor
de mi terrenal estadía.

Cuídame, ángel, la espalda,
yo te llevo a pasear,
es necesario trasquilar
la mugre acumulada.
Preparo una espada
hecha de fina decisión,
con ella tomo la opción
de rasurar con cuidado
ese pasado pisado
de tormenta e indecisión.

Sonoridad más que decir,
pa' que en sentimiento pese
y la razón no atraviese
en el diálogo del sentir.
Arrastro un fuerte latir
que me mantiene alerta
a la adversidad "compuesta",
la que dice estar calma,
cuidado con esas almas,
habla, haber si despiertan.
Valparaíso, Chile, marzo de 2019.


Por qué guardas tus palabras? Dime qué esconde esa lengua refugiada en endorfínicos movimientos, burlo aquel salvaje reflejo. Domestico en vano tus miradas, porque son tuyas y no mías. Te busco, búscame. Entre este barro soy piedra cristalina ensuciada desde el apocalipsis, fósiles de recuerdos por limpiar, restos de jaulas deshechas por dentro y arrebatadas de su estructura, liberadas. Hay un desierto bajo nuestro, donde descansa la inocencia y el calor maternal, también hay oasis donde está la piedra en bruto de nuestra existencia. Hay que caminar un poco, tener sed.
Santiago de Chile, 20 de marzo de 2019.


Una casa redonda, donde el calor transita de manera casi natural, dando tranquilidad a la incertidumbre y calma al desamor del mundo. ¿Es el cuerpo una herramienta universal?, nop, esa es la mente y el espíritu, fusionados para que esa cuerpa funcione, pero, ¿por sí misma?, ¿podemos autoregularnos por si mismes?, humanamente no, te necesito, me necesitas pero no somos imprescindibles, algunes solo somos seres buscando espacios redondos que rompan con alguna norma establecida, solo una es necesaria para cobijarnos en esta terrenalidad invadida por humanes, divertida y áspera. ¿Qué busco realmente en esta vida?, sutileza y miradas comprendidas.
Mendoza, Argentina, 28 de marzo de 2019.



Vengo a Córdoba, ciudad de mis placeres y mi liberación personal. Abarco la intensidad de una manera más tranqui, ¿gracias a las flores o a mi misme?, qué importa, está pasando. Me siento yo en una forma más simple, me enfrento a la libertad y quiero ser pulcrx, pretendo entender y comunicar, me mantengo alerta y abierto.
El romance ya no es absurdo pero sigo abarcando con sigilo sus efectos. Dudo si es sano entregarle cariño a varias personas en un mismo periodo, quizás por eso elegí cortar esa energía con Viole que me entrega todo lo que puede, y temo a eso, temo aprovecharme de eso, caer en la comodidad, querer estar con otras personas y causarle daño. Daño genero todo el tiempo con ella, todo su ser se estremece cuando le digo que no me nace estae con ella, interpretando un no quiero besarte ni hacerte el amor.
Por qué no quiero hacerle el amor? No llego a respuestas más superficiales que el "no me dan ganas no más", quizás tampoco me dan ganas de hacer el amor con nadie en este momento. ¿Está mi mente pensando constantemente en otra persona?. De nuevo, ¿me da la energía para estar y pensar en varias personas en un mismo periodo?, quiero intentarlo, de a poco. En realidad quiero conocer gente nueva y no repetir, es válido pero, puede causar daño? Estoy de paso así que puede ser lindo si lo planteo bien, por qué no guardar mis palabras de quizás te gusto más que yo a ti, eso si es absurdo. poner mi ego, grande, frente a la gente que me ama, por qué me da miedo que me amen? Me envuelvo en mis voces cuando siento la diferencia en libertades. El ego de nuevo, no soy mas libre que ella cuando me mima, entonces ¿qué estoy exigiendo?.
Córdoba, Argentina, Abril de 2019.


Cómo es que las energías de mi ser se confabulan y me flagelan tan cruelmente? Me arriesgo sí, pero intento mantener el equilibrio de mis karmas, y aún así, mi cuerpo se ve constantemente mutilado. Desde el principio de mis recuerdos, pareciera que mi cuerpo le pertenece a alguien más y ese ente oscuro y sangriento me lo hace saber de distintas y feas maneras, pero, ¿qué hago?, puedo echarle la culpa al resto, buscando sin éxito, responsables de mis heridas o puedo curar, pacientemente, una y otra vez el reflejo de mis descuidos. Pude haber perdido un dedo y aún no sé si volverá a ser lo que fue, lloro porque he perdido una pequeña parte de mi cuerpo que no volverá a sentir como lo había hecho hasta ahora. Con esto vuelve la desesperanza de querer recuperar mis partes perdidas, a causa mía y del resto, quiero aislarme, no entregarle más a nadie ni que me entreguen nada más a mi. Porque de mi queda mucho pero se siente muy poco.
Río Quilpo, Córdoba, Argentina, Abril de 2019.


Nunca pensé en lo doloroso que sería esta visita a Córdoba, han sido hermosas muchas experiencias contrastadas con mucho dolor. Tengo seres en abandono que me llamaban y me extrañaban, la jata mala pereció, murió y sus ojitos me avisaron unas semanas antes y yo sin siquiera poder despedirme también murió una parte de mi que se quiso ir con ella, quisiera regalonearte un ratito más, darte ese amor que pedías sin pensar en mis problemas por sobre los tuyos. Tengo que ver tantos errores, asumir pérdidas y resolver qué hacer durante esta vida que ahora me parece eterna y a ratos me padece vivirla.
Sangre por sangre Danae, mataste un pez, la vida te mató un poco de energía.
Córdoba, Abril del 2019.


Acá sin temores ni tapujos. Te amo y también es porque nunca antes nos permitimos hacerlo. Al fin nos aprovechamos, al fin nos podemos querer sin ningún miedo, sin  traiciones, sin nada que esconder. Volemos un rato, comparte tu olor, mezclemos nuestras cuerpas y hundámonos en este éxtasis.
Irse, dejar Córdoba por tiempo indefinido. ¿Cerrar ciclos? Me estoy despidiendo pero cerrando poco, me gusta la vida que formé acá, todo lo que aprendí y empoderé, estimulé la fusión Alonso/Danae y mis discursos son un poco más sinceros. Hoy comenzamos a despedirnos con Sofi, iniciamos esa sensación de vacío que genera el alejamiento. Eres un símbolo de mi sexualidad, contigo me equivoqué tanto y solo una vez sentí vergüenza de mis acciones, nos permitimos todo lo que no queríamos y en consecuencia me hiciste aprender, caer en cuenta de lo que tenía que sanar. Nos acogimos en nuestras historias de abuso y logramos ser más grandes y fuertes que esas experiencias, me enseñaste a desatar el odio contra mis abusadores y después de mucho tiempo al fin pude hablar. Siempre buscamos nuestros besos aunque al principio los negamos, pero sabemos que nos cagamos amando desde el primer momento en que nos vimos. Juntes no hay futuro visible, ni sabemos y nos aterra el hecho de que no vuelva a funcionar, a ti más que a mi, pero yo no tengo dudas y si lo hemos hecho en estos 4 años, sé que nos podemos seguir acompañando, no temas amor, juntes somos una bomba destruye chongos y los chongos no acaban así que fácilmente, en cualquier momento, nos podemos potenciar, Córdoba es más linda y nostálgica porque estás tú, me llevo el recuerdo de tu perfume, infinitos gemidos y la esencia de tu acento cordobés.
Córdoba Capital, Argentina, 26 de abril de 2019


El viaje no termina...

lunes, 29 de abril de 2019

Culmina un aprendizaje

Empolvado blog, me ha consumido la globalización y los tiempos rápidos, he viajado como siempre  quise, me vi envuelta en situaciones que busqué, deseché situaciones que me dañan, volé nadando, besé amando, soñé caminando sin cansarme por calles que nunca conocí y donde por pocas volveré a andar. Al fin puedo recordar el pasado como una experiencia enriquecedora y actuar en el presente a partir de la experiencia y los recuerdos, amo tanto y soy selectivx en mi entrega. Cuántos colmos llené para llegar hasta aquí, desafié la ilegalidad, me volví invisible en momentos donde mi vida se enfrentó a riesgos, respeto mi edad mental y los procesos que se abarcan respecto a mi realidad, desarrollé el desapego casi sin excepción pero sin abandonar, sin escapar. Aprendí que las desilusiones son pasajeras, no deben calar hondo y si duelen es porque tengo que tolerar, analizar o abrir esas heridas que el ego pretende dejar al olvido. Pero qué no es pasajero?, no hay eternidad amor, evita sufrir porque esto acaba, solo somos un período de nuestras etéreas vidas y en este momento es preciso emprender el viaje. Córdoba de mis amores te extraño cuando estoy lejos y me inspiras cuando estoy cerca. Ahora te dejo, queda Baluco por un tiempo y mis tatuajes en tu gente, me voy para alcanzar nuevos tramos, recorrer y aprender. Pretendo hacer un libro cuando culmine el viaje y recopilar todo lo que duerme en este rincón de la Internet, libros escondidos en cajas y las miles de libretitas que guardan mis más puros pensamientos, y en su esencia, todos los dolores y colores de la juventud.

sábado, 29 de octubre de 2016

Un mito

Eran dos hermanos, Greco y Giselle, que compartían el afán por las alturas. Ambos deseaban, por naturaleza, buscar lugares altos dentro de la ciudad. Más allá de subirse al Coihue o buscar una Higuera, sus cuerpos tendían a otra realidad al estar lo más arriba posible sobre el nivel del mar. En respuesta, su voluntad les hizo querer jugar en el techo de los edificios más altos de la ciudad, sin importar las dificultades que se presentaran en el proceso. Estando arriba, no se sabe si por influencia del viento o por una conexión muy fuerte con su entorno, los cuerpos de estos hermanos se hacían uno o 1.1; similares, equivalentes, y por lo tanto podían crear.
Tan fuerte es la situación que, en una época de oro, lograron subir a un edificio catastróficamente grande, lo vieron perdidos en el centro y ni una mirada faltó para entenderse y comenzar a ser sigilosos. Se escabulleron de los guardias sin problemas debido a su experiencia e ingenuidad de niños. Cuando lograron salir al techo, los golpeó una ráfaga de viento que jamás habían sentido, fuerte y variante, que los empujaba contra su voluntad. No se asustaron, de hecho, quizás el miedo para ellos siquiera existía. Reían, danzaban con la esencia del espacio y admiraban su entorno de una manera eufórica e inquieta. Tal era su emoción que la magia de estos niños se comenzó a materializar, sus sonidos y sus danzas se transformaron en colores que obedecían a sus movimientos, se lanzaban colores con cada mirada y esquivaban como en el juego de la vida. Mientras más jugaban y mejor era su coordinación con el viento quisieron pintar más allá del edificio donde estaban y comenzaron a pintar el cielo, el aire y la gravedad. Las nubes terminaron pesadas en un acuarela de todos los colores posibles de ver por el ojo humano.
La naturaleza es inteligente, o más bien matemática y se mueve a su antojo.
Ese día, el cielo sufrió una organización y una tormenta inesperada. La nubes se dividieron por colores creando un panal cromático, mientras a los ojos de Greco y Giselle solo había extasis. Comenzó a llover y los colores de las nubes cayeron, coloreando Santiago de diversos colores a gran escala, lugares como puente alto quedaron completamente de azul, a pudahuel llegó el verde esmeralda, los sectores más altos como Las Condes o La Reina fueron amarillos y en las calles más transtadas, por el alto flujo de aire, se mezclaron todos los colores, creando un blanco puro. Todo en la ciudad se pintó: calles, autos, pasarelas, colegios, y el pelo de algunos transeúntes, pero con el tiempo la gente se encargó de limpiar (y limpiarse), lo único que no se logró volver a la normalidad, por presupuesto u opción, fueron las micros, quedando pintadas por largo tiempo. Los encargados tuvieron que recurrir a un cambio de logo, se llamó transantiago.

martes, 13 de septiembre de 2016

des-mucho

Existe un desequilibrio, un desentendimiento en cuanto a deseos; una falencia propia, personal y también colectiva. Me siento enamorada pero no me permito enamorarme de mi misma, me siento deseada y deseosa pero de una manera demasiado abstracta como  para quererlo. Cuánto permite este cuerpo, cuánto desvelo infructuoso seguiré soportando. En soledad puedo analizarme, mirarme fijo frente al espejo y escribir de la misma manera que lo he hecho siempre, pero quiero pausarme, sorprenderme de mi misma, dormir distinta, admirarme con la euforia juvenil de querer conquistar cualquier cosa para luego dejarla en el recuerdo. Nunca me ha gustado el largo plazo, por que me hace salir de mi estabilidad. quiero apartarme a un lado pero no puedo, mas bien sigo excavando en psicologías antiguas y me cuesta someterme porque lo siento un tipo de calvario, no quiero seguir en esta corriente como un cadáver que choca con las piedras, quiero actuar, nadar y fortalecerme, no flagelarme más.

domingo, 4 de septiembre de 2016

III EL GUERRERO EMPRENDE EL VIAJE

"Has estado demasiado tiempo en este lugar. El aire está enrarecido. Estás estancado, no fluyes. Tu entorno no te aporta nada nuevo. Debes, pues, marcharte en busca de nuevos amaneceres. Dejalo superfluo, lleva contigo solo lo esencial. Tu corazón, tu espíritu y tu cuerpo son suficientes.Ordena tus cosas antes de irte. Cierra los círculos. No dejes cabos sueltos. Que tu partida sea natural, como el migrar de las grullas en invierno. No escapes.Simplemente abandona este lugar, esta situación. Vete. De seguro encontrarás nuevos compañeros de viaje.
                 Tal vez algún día regreses."

miércoles, 17 de agosto de 2016

Afirman mi hombro y sin pensar quito el cuerpo, mi lenguaje físico es muy traducible, llegando a ser explícito, y no me da miedo mostrarme, la conciencia actuando como guía necesitada de un cuerpo específico, mi ser dando la espalda pero mi mente arraigada a ella, es como luchar con un demonio al que le tienes cariño, como dejar el pucho, como evitar la sal. Entonces lo que al principio era un trabajo, ahora se tornó una odisea, pero durante la noche es un poco más un juego, una etapa, el juego de conocerse luego de haberse sentido, juego de roles, de orgullo, de ego.
Ópticas abstractas viajan de la cabeza al estómago. Buscando evadir el corazón, se van por las manos deseando tocar, <quizás quieren un despejar mental>, pero el peaje está establecido y las arterias canalizan obligando a analizar las cosas desde una perspectiva emocional, nos da miedo pero hay que atreverse; lo cotidiano y lo psicoactivo no necesariamente son un escape, el corazón está ahí, al medio, y el cuerpo es largo; lo amargo no se endulza, pero se canaliza; lo oscuro se pinta, transformándose sin tener que desechar un borrador, el interés es efímero al igual que los problemas pero el ciclo del cuerpo debe ser completado, no podemos ir por venas pequeñas toda la vida temiendo un bombeo más brusco del músculo principal, porque el desuso de pudre y eso sí es de temer.

martes, 29 de marzo de 2016

Existen noches de catarsis en semanas medias lunáticas donde mi susceptibilidad capta y se estremece, pero mi cabeza sabe, intuye, premedita y logra crear un equilibrio en el músculo principal. Un equilibrio manifestado en todo mi cuerpo, mi energía, hasta en mi romanticismo, el equilibrio del caos. Creo estar más viva o más presente en la realidad. Me atrae mucho lo que no es fácil y el daño lo puedo soportar de mil maneras, pero cuando es explícito algo se funde dentro mío, el cerebro con sus conexiones y sus nervios reinician toda la droga que había en mi, me dejan como nueva, más clara; y paso por un estado de shock, mis ojos se sienten miserables, se hunden en una atmósfera cerrada, muy propia; y aunque guardan la calma, su color y su forma, la mirada se encuentra desecha y media perdida, el estado necesario para acordarte que estás vivo y tienes que cuidarte.
Nunca dejé de escucharme, tampoco de engañarme apropósito, me planteé algo irreal porque tuve la oportunidad, todo gracias a mi pasionalidad de querer arriesgarse constantemente, llegar a los límites propios y del otro para ver qué tan radical se puede llegar a ser; quizás ésto lo planteo desde el principio y no me alcanzo a dar cuenta, por lo tanto hay que tener un toque de criterio y saber despedirse de la mejor manera, haciendo las paces con mis venas y con su sangre.

sábado, 27 de febrero de 2016

Lo que siento en muchos casos lo intuyo, quiero decir que reacciono frente a energías más que a hechos. Aveces la gente no lo entiende y decide ponerse a analizar cosas que nunca podrían existir en mi vida, ¿qué es, gente?, ¿miedo?, ¿ansiedad de mirar, tocar? Hay que aprender a ser objetivos, quizás dejarse llevar por el corazón y no tanto con la mente, porque pensamos mucho, somos insoportablemente racionales, aburridos, monótonos, pero logramos querernos el uno con el otro, pasarlo bien, bailar, compartir una noche donde las penas se visten de colores y el achaque se transforma en música tecno. Me gusta nuestra manera de canalizar nuestros desaires, en parte actuamos como gatos, transmutando energías, la diferencia es que necesitamos salir y ver a los ojos a nuevos gatos, completamente extraños, somos muy intranquilos, necesitamos sabernos, sabemos necesitarnos y nos gusta, pero hasta cierto punto. He dejado el masoquismo para transformarme en algo más tranquilo, sano. Logré apaciguar mi mente en situaciones difíciles para no cometer errores exagerados, me comprometí con mi cuerpo, con mi autonomía, quise ser incorruptible en cierto aspecto, pero creer eso es digno de una ceguera púrpura, entintada de sangre ácida del día a día; nadie es incorruptible, todos somos débiles y queremos hacer las cosas lo mejor posible, aunque también somos egoístas, porque las hacemos bien pero para nosotros mismos.