jueves, 7 de febrero de 2013

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Esta vista indeseada, sellada al vacío, oscura y lenta, que me deforma y me esconde e rostro fèrl¡til de la juventud, esconde la seguridad y el dolor de cabeza; llámame marco escondiendo una identidad secreta, tapa el color opáco debajo de los ojos, cristaliza las làgrimas, hace de estos ojos màs brillantes de lo normal, agranda cada pupila y ennegrece el cafè, crea de mi vista un cristal fino imposible de hacerse a mano, por lo menos mis manos tan poco delicadas.
no creo en las pastillas que solo hacen delirar.
no creo en el deseo que solo es momentáneo.
no creo en el espacio que siempre tuyo será pequeño.
no creo en la psicología prototipal.
no creo en el prototipo romano, griego y mucho menos el actual.
no creo en las miradas que se despiden.
no creo en mi piedad limpiándose las manos.
no creo en el amor que no es de madre.