domingo, 30 de septiembre de 2012

Como si me pesara algo cerquita de la lengua

No quisimos deshacernos ni de nuestras voces que susurran, ni de nuestros ojos que gotean, agarrándonos firmes de las sábanas, quemándonos los oídos, sabiendo que nada de esto es real, que tú no existes, y que yo tampoco, que si me dices , respondo moribunda con un no, que no te puedo mirar, que no te puedo tocar, que estás lejos, y lo único cercano es tu timbre asustado, que se equilibra con la interferencia de entel, un no sé que se repite angustiosamente más veces por frase, un qué vamos a hacer, un yo, un no quiero hacer nada, un quiero vivir, un soy una señora, un nos hacemos mal, un te extraño, muchas palabras que sólo te quieren decir una sola cosa y no saben cómo, muchas letras que sobran, sonidos que no me agotan pero que me encierran y laten, y suenan, y chocan, y me duele, y te quedas ahí sonando como si me hiciera tan bien, y te ríes y no te quieres reír, y sigue, sigue, y me duele, y tantos colores se ven que parecen blanco, y los toco, y golpean fuerte, cada vez más fuerte, y me digo, tranquila, respiro, y te quedas en silencio, y me gusta, pero me gusta más cuando hablas, porque sin palabras tan difícil sería encerrarme en ese círculo que retumba tan fuerte, tan pesado, sería difícil hacerme sentir por primera vez lo que son simples sílabas, y caer, y seguir hablando, y decirte te amo, y sentirse tan rara diciéndolo, tan extraña, tan nuevo y tan mio,, porque a nadie más se lo podría decir tantas veces hasta contar hasta tres.

martes, 25 de septiembre de 2012

Lo último que me gustaría decir.

Te veo entre libélulas, como entre querer escapar y ceder a la agonía permanente, inmóvil que defeca tu rostro, tan mal me hace tu vista, miopía femenina,que grita, que grita, que rompe en el más feroz de los llantos y mira, mira, me mira, desafiante, arriba, y yo abajo, te veo entre libélulas, me das miedo pero quiero verte hermosa, con los reflejos azules que me encandilan a la luz, sol dispárame directo y cégame para no ver más, para ver más de lejos, para ver más blanco y opaco como su tez, aunque un poco más lisa, sol, mátame y mátala a ella después, entiérranos separadas y coloca el último rayo azul entre nosotras.