lunes, 20 de abril de 2015

mirando el suelo

nada personal, pero me quedé pensando, qué me hace recordar mis raíces,los primero: el suelo que variaba de plano con ángulo mínimo a una exesiva subida a una hora y media.Camino preocupada de no tropezar con los desniveles infinitos que se me presentan en unas pocas cuadras, miro el suelo y pienso, camino y sigo pensando, me concentra en un solo punto recurrente y eso hace enfocarme, pensar, flayear, pensar concentrada en mi mente y no en la arquitectura, hacer planes para robar un brinks que sé que nunca va a pasar, pensar en mi vejez, la utópica y lista para escribir vejez que me espera viva o muerta como Danae, el qué me imagino cuando me nombran la palabra paz, o más que nada "tranquilidad", que es más llevadero para buscar las utopías, los sueños, el querer hacer una imagen mental de tu propia felicidad, -qué cliché me veo pensando esto- pienso mientras tropiezo, y de la utopía paso a la crítica, claramente sigo comparando, y me gusta porque no se me nota, para qué hacer que se note si son solo pensamientos, no soy quien para tocarle el nervio a nadie, ni para enjuiciarlo, ni para defenderlo, soy un espectador, como nombra algún filósofo y me entretengo, quizás por eso no quise hacer cine, ni por autogestión, me gusta espectar con mis pensamientos a que ellos especten mis pensamientos. Da igual, me da verguenza aún mi manera de ver la vida, la libero de a poco pero no tengo tanta información como para tener un pensar claro, divaga mucho, juguetea, va de acá para allá, pero es calmo. No se me han ido las ideas pero perdí el espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario